viernes, 29 de septiembre de 2023

Camina descalza sobre mi tierra

 

                         




Camina descalza sobre mi tierra.

Mete tus manos.

Anida despacio

en mi piel.

Escucha el viento,

sus hélices precisas sobre tus caderas,

anhelantes, se dejan llevar

por las consignas de la tarde,

y quieren el vaivén,

la lumbre que hace que cierres los ojos,

crezcan en dureza tus pechos

y el valor de la sal gane en tu cuerpo la partida:

afloras como un almendro en invierno.



F.

viernes, 22 de septiembre de 2023

En el entorno de tu piel

 




En el entorno de tu piel respiro.

Escucho la lluvia, el viento,

la noche con sus astros silenciosos.

Quiero abrir tu cuerpo,

ensancharlo con la lumbre de mi boca,

someterte al vaivén esclavo de mis caderas.

Entrar en ti.

Horadar en tu gemido vulnerable.



Así, que te aferres a mí,

que claves tus uñas en mi espalda

y tus muslos me atrapen

llegando a ser la hembra que me mata

una y otra vez.

Quiero que cierres los ojos y me sueñes.

que esperes mi llegada,

plena de humedad y de esperanza.


F.

  

viernes, 15 de septiembre de 2023

Me pierdo en ti

 




Me pierdo en ti, soy lo oscuro,

la temprana y caliente humedad con que mi boca

te recorre la hondura sonrosada,

mientras hago de mi voracidad

que te despierta un nuevo axioma,

una nueva forma de tenerte,

el albedrío de vivir la madrugada.


F.




viernes, 8 de septiembre de 2023

Me dirás de la sal

 





Me dirás de la sal, de la flecha que no cesa, de la noche envuelta en noche como una lágrima envuelve la vida. Me habré de ir despacio como lo que duele, esos pasillos largos de invierno y ecos de infancia, sin respuestas, sin murmullos, solo el húmedo recorrido de una respiración que reconoces. No hay promesas, solo maldigo esta letanía de tu cuerpo que me trae el viento, el aroma de tu calor, ese tejer e imbricarnos como un cesto que recoge el agua y va dejando a su paso todo lo que se pierde en el deseo. Después solo te quedarán las manos tiznadas de mí, un duro tránsito de palabras cruzadas, como el quehacer de los enebros, y una ausencia entre los pájaros que te cantan.


F.



viernes, 1 de septiembre de 2023

Y ese acoso sin límites




Nosotros que vivimos para irnos…

Laura Casielles



Y ese acoso sin límites, trazando todas las líneas del deseo, cubriendo las palabras con el fluir de la respiración, todo lo que en silencio rompe un gemido tuyo y se abre como un tesoro de oriente entre las manos del otro, los dos como dunas móviles, mareas que escuchamos en las caracolas de la infancia, relámpagos que llevan tu nombre, fuego en el viento y en la noche oscura y fría como un diamante negro.



Callada, sin tacha, mientras habitas todo tu ser tenso y encimado al quehacer de pequeños dioses, sin derrumbarte más que en el otro cuerpo, entero, desnudo, quebrado en un murmullo por todos los rincones donde se deja una caricia, el roce inesperado, muriendo sin saber cómo sopesar tanta humedad que te trae la otra boca, cuando presientes que el amanecer dejará rastros de invierno en los cristales de tu ventana y tú, sudorosa y temblando todavía entre las sábanas, sentirás las marcas del paso de un ángel en tu piel y en tu corazón.


F.