En el entorno de tu piel respiro.
Escucho la lluvia, el viento,
la noche con sus astros silenciosos.
Quiero abrir tu cuerpo,
ensancharlo con la lumbre de mi boca,
someterte al vaivén esclavo de mis caderas.
Entrar en ti.
Horadar en tu gemido vulnerable.
Así, que te aferres a mí,
que claves tus uñas en mi espalda
y tus muslos me atrapen
llegando a ser la hembra que me mata
una y otra vez.
Quiero que cierres los ojos y me sueñes.
que esperes mi llegada,
plena de humedad y de esperanza.
F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario