viernes, 18 de febrero de 2022

Permítete

 





Permítete ahondar en el deseo.
Escondido en lo recóndito de tu piel
el eco de los tambores de mi cuerpo te subyugan.
Sabes bien del gozo del escalofrío
que recorre la columna vertebral
de tu desnuda espalda,
cuando la soledad es algo más que un atardecer
y mis manos, mis dedos, sus yemas
son un murmullo ardiente
que han aprendido a incendiar el bosque de la pasión.
Mientras surco carreteras sinuosas y húmedas
por tus muslos y tu vientre tembloroso,
mis labios te hablan con las palabras que nunca olvidaste,
y un fuego desenfrenado nos hace parar al mundo
en ese instante en que somos
un solo corazón respirando la vida.





f.



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