viernes, 17 de diciembre de 2021

No tendremos piedad

 


No tendremos piedad, nunca la hemos tenido cuando nos golpea este viento fecundo y húmedo con todas las verdades que nuestro cuerpo reclama. Sabemos hincar nuestros dientes, sentir su jugo caliente, dulce en este instante único, de esta fruta madura que se abre sin remordimientos a nuestro deseo. Ahora cierro los ojos y mi boca se llena de ese mar espeso y de su aliento...



f.







martes, 14 de diciembre de 2021

En la sed de la noche

 




En la sed de la noche recorro tu espalda,
trae un viaje de islas y sílabas de selva.
Cada vértebra me hará silenciarme,
escuchar tus gemidos cuando mi lengua sea
el vínculo ardiente que nos una.




f.




viernes, 10 de diciembre de 2021

Ahora la noche

 



Ahora la noche es un callado bosque.
Tú te alzas sobre mí y me superas
con el ardor incombustible de la sangre,
deslizas tus manos entre mi cintura y buscas mi sexo,
sin sobresaltos, sabiendo que la hora se eterniza
como en un viaje a lo largo de una tarde de verano.
Con el latido de nuestra piel
el sudor es un mero pasajero más,
el vehículo que nos trae y nos lleva
en esta cadencia loca,
donde se queman las naves del deseo
en el mismo instante en que somos océano
y tu boca se hace dueña de la mía.
Vendrán las palabras después de los gemidos
tras un largo paréntesis de sábanas,
y al final entre los cuerpos
la fugacidad de un silencio,
compartiendo el bosque y su huida.




f.




martes, 7 de diciembre de 2021

Cada vez

 




Cada vez que me pronuncias arde una nube,
un deshilachado río de lluvia
se precipita en rojo carmesí hacia tu cuerpo
y te agobia en el sendero de un deseo insatisfecho.
Cada vez que te nombro se quiebra el aire
y un océano de azules olvidos
me trae cien mil veces tu nombre,
agazapado, ensangrentado, siendo mi piel.
Un aullido interminable.




f.





viernes, 3 de diciembre de 2021