Rumor

 

Rumor del fuego.
Tus labios avanzan por mi vientre.




f.

Hay muelles sin palabras

 

Hay muelles sin palabras:
tu boca, tu mirada,
la certeza de tus pasos,
ese certero centro de mi deseo.




f.

La sed

 

La sed recorre su garganta...
es la luz blanca y lechosa
que le da vida
pero también la mata.




f.

Un labio

 

Un labio se desdice en otro labio
cuando asume la tibieza húmeda del otro,
esa senda de saliva que despierta luz y sombras,
el vértigo y el abismo del deseo.




f.

No podría amarte nunca

 

No podría amarte nunca
como se aman las cosas perfectas,
sigo descubriendo en ti
la hermosa imperfección del ser humano.




f.

He llegado

 

He llegado al centro de tu deseo
y tu gemido se ha oído
como un trueno en medio del bosque.



f.

He dormido en ti

 

He dormido en ti, entregado.
Hay sudores amplios que nos saben.
La tibia sensación nos despierta en la hora cóncava,
la aurora brumosa deja el aroma del silencio.
Envueltos todavía en la magia
mis dedos guardan tus caminos,
tu boca el enredo de mi senda.




f.

Reuno

 

Reúno los puntos cardinales de tu cuerpo,
esta lluvia, el fuego, el viento altano del atardecer,
todo lo que nos anuda y silencia...
mis dedos marcan los senderos,
el ir y venir de mi lengua sobre la oscuridad,
la ardiente respuesta a tus gemidos de bosque.




f.

Te adoro

 

Te adoro aún en la inquina de tu boca..
cuando me besas o me muerdes
mujer que haces de tu risa
una letanía en la que me silencio...
prescinde de mí si eso te hace feliz,
aunque no sepa donde buscarte escondida en la noche
escucharé la brisa respirar tu nombre...



f.